Raúl Pérez Cutillas
Psicólogo
La psicología y el funcionamiento de la mente: una mirada profunda.
Para presentarme como es debido, permíteme contarte cómo empezó todo y cómo, finalmente, he terminado aquí:
El mundo evoluciona muy rápido y con él las personas. Adaptarnos al ritmo de una vida que impone exigencias, alegrías, decepciones, caídas y resurgimientos requiere de unas herramientas mentales que no siempre poseemos.
En ocasiones nos vemos envueltos en situaciones difíciles en las que sonreír nos supone un esfuerzo mayor de lo habitual o en contextos en los que nos sentimos irritados y cansados. Afrontar todo esto es un proceso lento que afecta a nuestro estado de ánimo. Porque tomar una decisión, aunque esta sea la acertada, nos puede hacer sentir emociones no deseadas. Y es que la vida se compone de una suma de decisiones.
En algún momento, podemos haber sentido que remamos a contracorriente, como si estuviéramos navegando en una pequeña barca, en medio de un mar embravecido, haciendo frente a una tormenta para intentar salir de esa situación. Decidí ser psicólogo porque desde pequeño fui consciente de esta realidad. Tengo la firme convicción de que todo el mundo tiene derecho a ser feliz y encontrar la felicidad no siempre es una tarea sencilla, en muchas ocasiones requiere de ayuda. Ese granito de arena que inclina la balanza hacia el bienestar, y que permite afrontar las situaciones difíciles, es el objetivo de mi andadura.
Empecé estudiando el grado de Psicología con entusiasmo y vocación, lo finalicé enamorado de ella. Mi siguiente paso fue realizar un máster en Investigación con el fin de profundizar en el comportamiento humano y obtener un análisis más científico de la ciencia que amo. Seguí este camino convirtiéndome en experto en Inteligencia Emocional. Las emociones están en todos los ámbitos en los que nos desenvolvemos. ¿Quién no ha sentido alguna vez en el trabajo frustración, ira, tristeza o miedo? ¿Y en el ámbito familiar o de pareja? Que es un cúmulo constante de emociones al tener que afrontar los primeros pasos de nuestras hijas e hijos, los primeros días de colegio, la adolescencia, etc. Además, amplié mi especialización estudiando la depresión y la ansiedad, ya que son dos de los trastornos emocionales que se padecen con más frecuencia cada día. También cursé el máster en Psicología General Sanitario, durante las prácticas tuve el privilegio de trabajar con niños, niñas y adolescentes. Esta experiencia me abrió los ojos, puesto que pude observar como todas las personas luchamos por sentirnos bien, aunque sean muy jóvenes.