¿Cómo conocernos mejor?
¿Por qué es importante escribir nuestra historia?
Nuestra vida se compone de experiencias, vivencias, actos, situaciones que han marcado nuestro camino y, sobre todo, de relaciones interpersonales. Si organizamos de forma cronológica estas experiencias podremos observar de dónde venimos, qué hemos vivido, cuál es nuestra situación a día de hoy y cómo repercute todo esto en nuestro futuro.
A la hora de recordar y expresar nuestras experiencias, tendremos en cuenta que pueden estar sesgadas por nuestros juicios y opiniones. Además, de mantener una carga evaluativa, producto de nuestra autoestima. Aunque, lo que en realidad nos importa es la realidad que percibimos y consideramos cierta, la que se materializa en sentimientos y emociones.
Podemos escribir toda nuestra vida, a cada palabra escrita le atribuimos sentimientos y emociones. Si intentamos recordar alguna experiencia significativa es muy probable que la vivamos con emoción y vuelvan los sentimientos que en aquel momento experimentamos. Por ejemplo, recordar el primer amor, cómo lo viviste, qué sentiste y cómo evolucionó. Seguramente, si fue una experiencia agradable la recordarás con una sonrisa en el rostro; por el contrario, si fue una situación dolorosa, probablemente, a este recuerdo le acompañará una emoción negativa.
Además, escribir nuestra autobiografía nos facilita romper el silencio sobre cuestiones que nos cuesta verbalizar, porque pueden haber sido traumáticas o demasiado dolorosas como para poder expresarlas con palabras.
Conocer nuestra historia es una tarea que nos permite recomponer nuestra vida, nos da la oportunidad de analizarnos, intentar dar explicaciones a nuestras experiencias y observar cuál ha sido nuestro recorrido. Con ello, podremos adquirir un mayor conocimiento de nosotros mismos.
La línea de la vida
Es fácil confundir la historia de la vida con la línea de la vida, mientras que la primera es un desarrollo autobiográfico y narrativo de la vida de una persona, la segunda es una forma esquemática y organizada de relatar temporalmente los acontecimientos más significativos de nuestra vida. Esta herramienta no sustituye a nuestra biografía, pero nos da la oportunidad de ver, de forma gráfica, el trayecto y recorrido, permitiéndonos visualizar aspectos ocultos de ella.
La línea de la vida es una herramienta de gran utilidad para realizar nuestro análisis biográfico, la biografía del yo.
Así, podremos visualizar los cambios y situaciones que siguen permaneciendo en nuestro presente o que se desvanecieron en el pasado. Nos permite rememorar momentos claves y profundizar en los aspectos más significativos de nuestra vida, dando paso a la reflexión de nuestro recorrido, comprendiendo mejor nuestras decisiones y, así, enfocar nuestro futuro.
¿Cómo se elabora la línea de la vida?
Lo primero que debemos hacer es tomarnos tiempo para reflexionar y recordar. Es muy probable que necesitemos en algunas situaciones la asistencia de alguien para ayudarnos a completar ciertos vacíos en nuestra memoria.
La aplicación de esta técnica requiere de un proceso introspectivo que permita visualizar nuestras experiencias más significativas. Seguramente habrán situaciones dolorosas de recordar y esto dificultará la intención de profundizar en ellas.
En la línea de la vida podremos observar:
- Los procesos de transición son cambios importantes de estado, posición o situación que nos han llevado a salir de una fase para entrar en otra y han requerido esfuerzo para adaptarse. Por ejemplo, llegar a la adolescencia o la entrada al mundo laboral.
- Los hitos o sucesos son hechos que producen cambios significativos y pueden ser producidos por factores externos o internos. Por ejemplo, el fallecimiento de un ser querido o conocer a nuestra pareja.
- Y, sobre todo, pon toda aquella información que para ti es importante.
Una vez que tengamos clara la información, podemos hacer una línea vertical, horizontal o dar rienda suelta a tu imaginación. Lo importante es que esté organizada de forma cronológica, esquemática y comprensible, con el fin de visualizar tu trayectoria. Podemos dividirla en 3 partes.
Si queremos profundizar aún más, podemos desarrollar la línea de la vida en cada rol desempeñado a lo largo de nuestro ciclo vital. Por ejemplo, podemos desarrollarla en el ámbito laboral, familiar, etc.
¿Qué información obtenemos con esta herramienta?
El hecho de realizarla ya es un beneficio, porque nos ha obligado a recordar nuestra información y profundizar más en nosotros mismos.
Una vez obtenida la línea de la vida, podremos reflexionar sobre:
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Los cambios que hemos tenido.
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Las experiencias que hemos vivido.
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Cómo se ha desarrollado nuestro camino.
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Qué visión tenemos de la vida.
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Cómo nos han afectado ciertos sucesos significativos.
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Cuáles han sido nuestras motivaciones.
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Los obstáculos que hemos tenido.
Toda esta información, nos proporciona un mayor autoconcepto de nosotros mismos y, por lo tanto, que nos conozcamos mejor. Entenderemos con más claridad cuál es nuestro presente y qué queremos para nuestro futuro.
La realización de esta técnica no es fácil de aplicar y requiere de tiempo para su elaboración. Para una correcta utilización, como toda técnica psicológica, se desarrolla mejor en manos de un profesional que asesore y acompañe durante todo el proceso.